Los mandatos de la OIE apoyan los objetivos prioritarios del Convenio sobre armas biológicas y toxínicas

Dado que el 80% de los agentes patógenos que podrían ser utilizados en el bioterrorismo son zoonóticos, es decir, patógenos animales con la capacidad de infectar a los humanos, las actividades que lleva a cabo la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) en el ámbito de la prevención y control de las enfermedades animales en el mundo contribuyen plenamente al esfuerzo internacional para impedir el bioterrorismo, incluido el agroterrorismo.

“La OIE está comprometida a actuar para contrarrestar el bioterrorismo, ya que su labor está enmarcada entre los objetivos del Convenio sobre armas biológicas y toxínicas (CABT) en el campo de la prevención y control de eventos zoosanitarios, sean deliberados o naturales”, declaró el Dr. Gideon Brückner, Jefe del Departamento Científico y Técnico de la OIE durante la Sexta Conferencia de Examen de la Convención realizada en la oficina de las Naciones Unidas en Ginebra del 20 de noviembre al 8 de diciembre.

La CABT es una Convención abierta a la firma en 1972 que prohíbe el desarrollo, la producción, el almacenamiento, la adquisición y la retención de microbios u otros agentes biológicos o toxinas, en tipos y cantidades que no tengan justificación con fines profilácticos, de protección ni de índole pacífica. Todos los Países Miembros de la OIE, que han aprobado democráticamente las normas y directrices de la organización relativas a la prevención y control de enfermedades animales, están obligados a notificar a la OIE cualquier foco pertinente de enfermedades animales en su territorio. La organización se encarga de compartir esta información con la comunidad internacional y contribuye así a los objetivos de la Convención sobre armas biológicas y toxínicas. Este proceso dinámico es esencial para la prevención y control a nivel mundial de desastres biológicos naturales o intencionales .

Los Servicios Veterinarios Nacionales son la clave para prevenir y contrarrestar el bioterrorismo

Para desbaratar las amenazas del bioterrorismo relacionadas con patógenos animales, se requiere mejorar la gobernanza de los servicios veterinarios nacionales. Cuantas más insuficiencias presenten estos servicios en un país, mayor será el riesgo de exposición a actos de bioterrorismo. Durante los últimos años, la OIE ha llamado la atención sobre el papel esencial de los servicios veterinarios nacionales y ha trabajado por su reconocimiento como un Bien Público Internacional.

“Para hacer frente a los focos de enfermedades, no podemos adolecer de insuficiencias técnicas, de ahí que el énfasis en la conformidad con las normas de la OIE, la creación de capacidades y la mejora de la calidad y eficiencia de los servicios veterinarios en todo el mundo resulte primordial para contrarrestar el bioterrorismo”, manifestó el Dr. Bernard Vallat, Director General de la OIE.

Un país dotado de servicios veterinarios eficientes y de medidas eficaces de control zoosanitario, tiene también que ser capaz de actuar desde el inicio mediante la detección temprana de desastres biológicos de origen animal y poner en marcha mecanismos de respuesta rápida.

La OIE ha diseñado y puesto en marcha el nuevo sistema mundial de información zoosanitaria WAHIS. Esta aplicación basada en Internet permite difundir inmediatamente la información a los Países miembros y hacerla accesible rápidamente al público en general. Todos los Países miembros de la OIE tienen la obligación de notificar a la Oficina central de la organización dentro de las 24 horas de la ocurrencia de un evento epidemiológico inusual en su territorio, tal como un acto de bioterrorismo que implique el uso de patógenos animales.

Además, la OIE, en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha desarrollado el sistema mundial de alerta temprana y respuesta (GLEWS), que permite determinar la relación entre los patógenos humanos y animales mediante el intercambio de información complementaria sobre las enfermedades zoonóticas y las enfermedades animales en general.

Un importante programa global para evaluar la calidad de los servicios veterinarios y de los laboratorios

“En caso de un foco intencional, es mayor el riesgo de generar pánico y producir una reacción en cadena de repercusiones múltiples”, explicó el Dr. Vallat.

Los países en vías de desarrollo y en transición, en particular, deben implicarse completamente en la prevención global y control de desastres biológicos naturales e intencionales.

Basta con que un País miembro no logre identificar ni hacer frente a las amenazas biológicas, para poner en peligro al conjunto de la comunidad internacional. Es, por tanto, el deber de todos ayudar y apoyar a los países a cumplir con las normas internacionales de la OIE relativas a las vigilancia, prevención y control de las enfermedades animales.

Por ello, la OIE ha iniciado un importante programa que analiza el estado de los servicios veterinarios en los países en desarrollo y en transición basándose en sus normas de calidad.

Se efectúan evaluaciones usando el instrumento DVE (Desempeño, Visión y Estrategia), gracias al cual, los Países miembros que lo soliciten pueden determinar las insuficiencias y necesidades de sus servicios veterinarios y, en consecuencia, tomar decisiones políticas y presupuestarias adecuadas, incluso solicitar el apoyo financiero internacional.

La OIE suministra también normas relativas a la bioseguridad de los laboratorios que trabajan con patógenos animales.