Los Laboratorios de Referencia y los Centros Colaboradores de la OIE: el corazón de su excelencia científica

Los agentes patógenos están dotados de una extraordinaria capacidad de adaptación, que más de uno califica de «genio maléfico». En este contexto, solo la ciencia nos ayuda permanentemente a adaptar nuestros métodos de prevención y de control de enfermedades.
La OIE se ha comprometido a asumir un papel central en la lucha mundial contra las enfermedades animales, incluidas aquellas que son transmisibles al hombre, aportando a los países del mundo entero su saber hacer en materia de gobernanza y de políticas generales para la prevención y la lucha contra esas enfermedades.

Los agentes patógenos están dotados de una extraordinaria capacidad de adaptación, que más de uno califica de «genio maléfico». En este contexto, solo la ciencia nos ayuda permanentemente a adaptar nuestros métodos de prevención y de control de enfermedades.

La OIE se ha comprometido a asumir un papel central en la lucha mundial contra las enfermedades animales, incluidas aquellas que son transmisibles al hombre, aportando a los países del mundo entero su saber hacer en materia de gobernanza y de políticas generales para la prevención y la lucha contra esas enfermedades. La Organización formula igualmente recomendaciones mucho más específicas frente a cada uno de los peligros sanitarios identificados que están comprendidos en su mandato.
A estos efectos, la OIE se encarga de recopilar, analizar y difundir a todos los Países miembros la información científica veterinaria que permite actualizar permanentemente los métodos de prevención y de control de las enfermedades animales. Dichas informaciones provienen de una red constituida por más de 220 Laboratorios de Referencia y Centros Colaboradores de la OIE presentes en el mundo entero y capaces de cubrir más de 100 enfermedades distintas. Los Laboratorios de Referencia tienen como misión servir de centros mundiales de pericia, en particular, llevar a cabo las pruebas de diagnóstico de confirmación de las enfermedades inscritas la lista oficial de la OIE y presentar los resultados de estos análisis a las autoridades competentes de los países .
El experto responsable del laboratorio de referencia debe ser un investigador de renombre, a fin de que el laboratorio pueda prestar asistencia científica y técnica y brindar consejos de alto nivel a la OIE y a sus Países Miembros sobre los temas de su competencia.

En cuanto a los Centros Colaboradores de la OIE, estos son centros especializados designados para trabajar en un ámbito de competencia particular en el tratamiento de cuestiones más generales (por ejemplo, epidemiología, análisis de riesgos, bienestar de los animales, formación) y brindar asesoramiento especializado en dicho campo a los países del mundo entero.

Gracias al trabajo y al compromiso voluntario del conjunto de estos expertos de renombre mundial, la Organización puede basar sus normas y directrices en sólidos fundamentos científicos, publicados con regularidad en los Códigos y los Manuales editados por la OIE tanto para los animales terrestres como para los animales acuáticos. Dichas obras constituyen referencias oficiales para la Organización Mundial del Comercio (OMC), que elabora reglas para el comercio de animales vivos y de productos de origen animal basadas en hechos científicamente comprobados.

La red de laboratorios de referencia y de centros colaboradores de la OIE permite a los Países Miembros y a la comunidad internacional en su conjunto disponer de los mejores dictámenes y recomendaciones científicas sobre temas fundamentales tales como la sanidad y el bienestar de los animales, los métodos de diagnóstico, la inocuidad de los alimentos o la formación veterinaria.

Desde 2006, un programa de hermanamiento entre laboratorios, bajo los auspicios de la OIE, facilita la estrecha colaboración entre los expertos del Norte y del Sur, y contribuye así a la ampliación de la red de excelencia de la OIE.

Esta red de excelencia es el núcleo que permite a nuestra Organización mantenerse a la punta de los conocimientos científicos veterinarios a nivel mundial y realizar sus principales acciones. De no ser por esta red, la OIE no podría cumplir debidamente sus misiones.

Pero hoy, sobre todo ante la emergencia y la recrudescencia mundial de las zoonosis y de sus consecuencias potencialmente graves para la salud pública, el desafío que se plantea es fortalecer las actividades de los laboratorios de referencia y de los centros colaboradores para que puedan mantener un adecuado nivel de eficacia, capitalizar continuamente los avances técnicos y científicos y, si es posible, poner en práctica los programas de investigación apropiados. Con este objetivo, la OIE se esfuerza por promover mecanismos a escala mundial, regional y nacional para fortalecer el apoyo y la financiación de las actividades científicas de los laboratorios de referencia actuales y futuros basados en los países en desarrollo, a la vez que consolidar las actividades de los laboratorios situados en los países desarrollados.

En el ámbito científico, la OIE colabora con otras organizaciones internacionales, en particular con la FAO, la OMS y la AIEA. A título de ejemplo, la OIE y la FAO han creado una nueva red científica mundial para apoyar a los servicios veterinarios en el control de las gripes de origen animal (OFFLU). Esta red de laboratorios, que trabaja en estrecha colaboración con la red para la gripe de la OMS para mejorar la protección de la salud pública, persigue permanentemente los virus de la gripe aviar y de otras gripes animales.

Por otra parte, el programa conjunto OIE-FAO denominado «GF-TADs» está diseñado para garantizar un mejor control de las enfermedades animales consideradas como prioritarias y, mediante su componente GLEWS (puesto en marcha en colaboración con la OMS), para tener en cuenta las informaciones procedentes de los sistemas de vigilancia y de alerta precoz.

En el marco del concepto «Un mundo, una salud», cabe evocar igualmente la alianza de la OIE, la FAO y la OMS, que reconoce su responsabilidad común en la lucha contra las zoonosis y algunas otras enfermedades, con la elaboración de estructuras de alerta precoz así como sistemas de coordinación y de cooperación para la gestión de enfermedades en la interfaz entre el hombre y el animal. En particular, la OIE y sus socios comparten una misma visión, la de mejorar las capacidades de diagnóstico y de análisis de datos sanitarios en el mundo, un campo en el que los Laboratorios de Referencia y Centros Colaboradores de la OIE desempeñan un papel primordial.

Además, la OIE junto con la FAO y la OMS se comprometen a facilitar el transporte internacional de las muestras biológicas, que con demasiada frecuencia son objeto de reticencias, sobre todo de parte de los transportistas.

El éxito de la Primera Conferencia Mundial de los Laboratorios de Referencia y Centros Colaboradores de la OIE, organizada en Brasil en 2006, ha demostrado que estos temas pueden abordarse y resolverse únicamente mediante un fortalecimiento continuo de las redes regionales y mundiales de expertos científicos veterinarios. Han transcurrido cuatro años y me siento particularmente satisfecho de que la OIE pueda mostrar una vez más su compromiso y su gratitud a todos los expertos de sus Laboratorios de Referencia y Centros Colaboradores invitándolos a su sede, en París, del 21 al 23 de junio próximo para la Segunda Conferencia Mundial de Laboratorios de Referencia y Centros Colaboradores de la OIE.

Esta será la ocasión de reafirmar con fuerza que la excelencia científica es la base de una adecuada gobernanza y de todos los éxitos en materia de sanidad animal en el mundo.

Bernard Vallat
Director General