Enfermedad listada

Lengua azul

La lengua azul fue descrita por primera vez en Sudáfrica donde era probablemente endémica en los rumiantes salvajes. Los focos de lengua azul en Chipre en 1943 causaron entre un 60% y un 70% de pérdidas en algunos rebaños. El foco en Portugal y España en 1956 debido a la cepa virulenta del virus causó la muerte de 46.000 ovinos en Portugal y 133.000 en España. La primera aparición de la enfermedad en los Países Bajos en agosto de 2006 significa la localidad más al norte donde se haya diagnosticado. Los focos posteriores en otros países de Europa Septentrional tienen en común los siguientes factores epidemiológicos: latitud norte, signos clínicos en los bovinos, prevalencia regional del insecto vector capaz de soportar los inviernos europeos.

¿Qué es la lengua azul?

La lengua azul es una enfermedad vírica no contagiosa que afecta a los rumiantes domésticos y salvajes (principalmente ovinos, pero también bovinos, caprinos, bufálidos, antílopes, cérvidos, wapitíes y camélidos), y es transmitida por los insectos, en particular, por la picadura de ciertas especies de mosquitos del grupo Culicoides.

El virus causante de la lengua azul es identificado como miembro de la familia Reoviridae.

Se han identificado veinticuatro (24) serotipos distintos, y la capacidad de cada cepa para provocar la enfermedad varía considerablemente.

La gravedad de la enfermedad varía según las diferentes especies, con síntomas más graves en los ovinos que causan la muerte, pérdida de peso e interrupción del crecimiento de la lana. En los ovinos altamente susceptibles, la morbilidad puede alcanzar hasta el 100%. La mortalidad media es de entre 2% y 30% pero puede alcanzar el 70%.

En los bovinos la tasa de infección es con frecuencia más alta que en los ovinos y la presencia y gravedad de los signos clínicos varían según la cepa vírica. El virus de la lengua azul que circula actualmente en Europa Septentrional es interesante desde el punto de vista epidemiológico, ya que manifiesta signos clínicos en los bovinos.

En los países donde la lengua azul es endémica, hay un impacto considerable en la pérdida de oportunidades comerciales debido a las restricciones y a los costes de la vigilancia, las pruebas sanitarias y la vacunación.

La lengua azul es una enfermedad inscrita en la lista del Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE y debe ser declarada a la Organización Mundial de Sanidad Animal (conforme al Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE).


Transmisión y propagación

El insecto vector es la clave de la transmisión del virus de lengua azul entre los animales. Los vectores son infectados con el virus al ingerir la sangre de animales infectados. Sin el vector, la enfermedad no puede transmitirse entre los animales.

La transmisión del virus puede ocurrir durante el año, en particular durante los periodos de lluvia. Los bovinos infectados cumplen un papel importante para el mantenimiento del virus en una región, pueden servir como una fuente de virus por varias semanas sin mostrar signos clínicos o sólo pocos signos, y a menudo son el hospedador preferido de los insectos vectores.

El virus se ha encontrado en el semen de toros y carneros, y puede transmitirse a las vacas y ovejas susceptibles, pero este no es un mecanismo de transmisión significativo. El virus puede transferirse también al feto mediante la placenta.

El virus de lengua azul no se transmite por contacto con animales o lana, ni por el consumo de leche.


Riesgo para la salud pública

No existen riesgos para la salud pública asociados a la lengua azul.


Signos clínicos

En los ovinos infectados, los signos clínicos son variables y pueden incluir:

  • fiebre;
  • hemorragias y ulceración del tejido oral y nasal;
  • salivación excesiva y descarga nasal y tumefacción de los labios, lengua y mandíbula;
  • inflamación de la banda coronaria (encima de la pezuña) y cojera;
  • debilidad, depresión, pérdida de peso;
  • diarrea profusa, vómitos, neumonía;
  • lengua “azul” como resultado de la cianosis (raro);
  • las ovejas preñadas pueden abortar;
  • puede haber una “interrupción” del crecimiento de la lana en los ovinos en recuperación con pérdida parcial o completa de la lana.

La aparición de signos clínicos en los bovinos dependerá de la cepa vírica; otros rumiantes domésticos tales como los caprinos generalmente no presentan signos clínicos o unos pocos.


Diagnóstico

Las sospechas de la lengua azul pueden basarse en los signos clínicos característicos y en la prevalencia de los insectos vectores, en particular en las áreas donde la enfermedad es endémica. Para confirmar el diagnóstico se requieren pruebas de laboratorio (Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE y Manual de Pruebas de Diagnóstico y Vacunas para los Animales Terrestres de la OIE).


Prevención y control

En las áreas donde la enfermedad es endémica, se requieren programas de monitorización con animales testigo y toma de muestras de los animales en los rebaños testigo para detectar la presencia del virus. En combinación con los programas de vigilancia activa para identificar la localización, distribución y prevalencia de los insectos vectores en un área, pueden establecerse medidas de control de manera oportuna tales como:

  • identificación, vigilancia y rastreo de animales susceptibles y potencialmente infectados;
  • cuarentena y/o restricciones de los desplazamientos durante el periodo de actividad de los insectos;
  • identificación de zonas específicas;
  • vacunación; y
  • medidas de control de los insectos.

La vacunación es la medida más eficaz y práctica para reducir al mínimo las pérdidas asociadas a la enfermedad y para interrumpir eventualmente el ciclo del animal infectado al vector. Es esencial utilizar una vacuna diseñada para brindar protección contra la o las cepas específicas de virus en cuestión en un área en particular. Todos los programas de erradicación exitosos han incluido un diagnóstico rápido, el sacrificio y eliminación de todos los animales de las explotaciones infectadas, una limpieza y desinfección completas, control de insectos y garrapatas, el control del movimiento y la vigilancia.


Distribución geográfica

La lengua azul tiene una distribución global importante en regiones donde el insecto vector (esto es, los mosquitos de la especie Culicoides) está presente, incluida África, Asia, Australia, Europa, Norteamérica y varias islas de los trópicos y subtrópicos. El virus se mantiene en áreas donde el clima favorece la supervivencia de los mosquitos al invierno.

Existen más de 1.000 especies de Culicoides pero menos de 20 son considerados vectores competentes del virus de lengua azul. Por tanto, la distribución de la enfermedad con frecuencia está limitada a la distribución geográfica de la especie vectora.

En general, los ovinos de las áreas donde la enfermedad es endémica tienen una resistencia natural a la lengua azul. Los focos aparecen cuando se introducen ovinos susceptibles, en particular, las razas europeas, en las áreas endémicas, o cuando el virus es introducido en una región en particular por el desplazamiento en el aire de Culicoides infectados. El episodio de la enfermedad generalmente coincide con un incremento de la actividad del vector durante los periodos de temperatura alta y lluvias, y una remisión con la primera helada o condiciones de frío intenso.


Referencias