Reacción de la OIE a las restricciones comerciales aplicadas tras la transmisión del virus “A/H1N1” del hombre al cerdo.

París, 7 de mayo de 2009 – Varios países en el mundo han impuesto restricciones comerciales a países exportadores de animales o de productos de origen animal que han declarado casos vinculados con la nueva influenza denominada “A/H1N1”.

La imposición de medidas de embargo de las importaciones de cerdos o de productos derivados de cerdos no es conforme con las normas internacionales de la OIE y de todas las otras organizaciones mundiales normativas responsables, respectivamente, de la salud animal y de la seguridad sanitaria de los alimentos.

Canadá notificó oficialmente a la OIE el 5 de Mayo de 2009 la transmisión por primera vez del virus “A/H1N1” del hombre al cerdo ( https://www.woah.org/wahis/reports/es_imm_0000008065_20090505_191858.pdf ) según las disposiciones del Código de la OIE relativas a las enfermedades emergentes. Se trata, efectivamente de una enfermedad vinculada al nuevo virus gripal “A/H1N1” , ya que la influenza porcina “clásica” es una enfermedad diferente cuya declaración a la OIE no es obligatoria dado que presenta una gravedad leve en los cerdos y sólo causa enfermedad grave en el hombre muy raramente.

La OIE elaborará normas apropiadas para esta enfermedad emergente y recomienda, a la espera de la posible adopción de estas nuevas normas por sus 174 Países y Territorios Miembros, que todos los animales que se hallan actualmente en la explotación infectada en Canadá se mantengan aislados de manera estricta y que sólo se abra la cuarentena impuesta a la finca cuando los Servicios Veterinarios demostrarán que no queda ningún cerdo infectado con el virus “A/H1N1” en esta finca. El mismo procedimiento se aplicaría en cualquier otro país donde pudiera presentarse una situación similar.

La OIE confirma y reitera las declaraciones ya publicadas conjuntamente con la OMS, la FAO y la OMC el 2 de Mayo de 2009 en materia de seguridad sanitaria de los productos derivados de cerdo.

La OIE recuerda también que en todos los países del mundo, los Servicios Veterinarios están a cargo de velar por que ningún animal enfermo, cualquiera que sea la enfermedad, se sacrifique para su consumo.

Mayo de 2009